03 diciembre 2006

XIX Tertulia Caraqueña de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror

Hago un paréntesis en la crónica del viaje para poner las fotos de la tertulia de ciencia ficción que tuvimos cuatro días después de mi llegada a Venezuela. Como ya se viene la próxima tertulia, he preferido poner las fotos y una corta reseña antes de que se me junten las dos.

El 18 de noviembre fue la tradicional tertulia, que contó con los habituales y alguno que otro no tan habitual. Las actividades también fueron las habituales: hablar mucho, comer Ono Roll, trivia de intros de series viejas gracias a la obsesión del Viajero (;-)), y con un par de añadidos interesantes.

Juan Raffo hizo una biblio-donación. Me dio un libro, "El tapiz de Malacia" de Brian Aldiss, para inaugurar con él el Fondo de Lectura de la Tertulia Caraqueña de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror. ¿Qué queremos decir con ello? Que el libro no es de ninguna persona, ni queda estacionado en ninguna biblioteca. El libro está siendo leído en este momento por un contertulio, el cual lo pasará a otro una vez finalizada la lectura, y así deberá continuar pasando el libro de mano en mano, hasta que todos los contertulios lo hayan leído. Y cuando tengamos una nueva visita, le pasaremos el libro para que tenga una buena razón para regresar.

Del resto de la tertulia no tengo mucho que decir porque yo estaba apenas llegando de viaje y era el único tema para el que tenía algo que decir (ya lo han visto en la extensión de mi crónica, ¿no?). Comencé a contar el viaje en un extremo de la mesa, pero cuando dejaron de prestarme atención, me mudé a incordiar a los del otro extremo.

También comenzaron, gracias a Alejandro, los preparativos de la próxima tertulia, que es la decembrina. Se juntaron varias ideas tiradas al aire. Que Santa esté presente, una vez Viajero haya finalizado su transformación. Que hagamos una parrilla para sacarnos el clavo del asado que hicieron los porticanos en noviembre. Y que tengamos un video-chat con los porticanos en la próxima tertulia. Todo eso se ha ido juntando en planes para una parrilla con video-chat en la que el cocinero será Santa. Ideal, ¿no?

La mala noticia es que ésta fue la última tertulia en China One, donde nos habían tratado tan bien, por el cierre del local. Hemos estado en discusiones y es harto posible que nos mudemos a un local de comida rápida para enero (porque la tertulia de diciembre será en la casa de uno de los habituales).

Si alguien que está leyendo estas lineas no está en la lista de correo de las tertulias (¡mal hecho!) y desea asistir, que me avise para decirle de cuánto es el aporte y cómo deberá hacerlo efectivo. Ya saben que todos los aficionados al género están cordialmente invitados.